La discapacidad para Sebastián Romero, según su padre nunca fue un obstáculo para superar sus propias limitaciones, pese a las muchas dificultades que padeció su familia, no por la condición misma, sino por la más cruel de todas las dolencias; La Exclusión Social.
“Cuando nació Sebastián, comprendimos que el amor de un hijo está por encima de cualquier condición social, pero sabíamos que se vería enfrentado a una sociedad que padece una doble moral, que excluye y discrimina y que para colmo de males este rechazo la mayo-ría de las veces proviene de la misma familia”.
Sin embargo, lograron salir adelante, y cuando Sebastián cumplió dos años de edad, descubrieron en él una fuerza con la que superaba con mucho esmero sus propias limitaciones, y decidieron potencializar ese donde superación que se reflejaba en él.A partir de ese momento inició el reto por lograr que Sebastián vos locales, lo que dio paso a que incursionara en la natación. “No fue algo fortuito, Sebastián desde bebé, disfrutaba mucho del agua, e iniciamos fortaleciendo ese gusto”. Y así se fue abriendo paso en torneos distritales para niños especiales, ganando los primeros puestos.
Hoy a sus doce años, espera continuar potencializando su talento, porque esta práctica deportiva a medida que alcanza más nivel, se torna más competitiva y por ende más costosa as inversiones prioritarias para mantener su condición física son: un entrenador personalizado, clases de natación, transporte de desplazamiento, asistente deportista, hidratación y alimentación idónea, sin contar con los trajes especiales para este deporte.
Pero los “ángeles” existen y son personas bondadosas como es el caso de Andrés Carvajal, un empresario de la Localidad de Los Mártires, quien al conocer el caso se ofreció en ayudarle con algunos gastos. Aunque el objetivo es encontrar un patrocinador que valore en Sebastián su potencial y todo lo que tiene para dar en el campo de la natación.Con orgullo y bajo una sonrisa de humildad, Sebastián Romero Sánchez, exhibe sus medallas de oro y plata, lejos de entender todo el esfuerzo que están librando su familia, para poder darle a su hijo el apoyo que se ha ganado con esfuerzo y dedicación.