Bogotá D. C., lunes 18 de mayo de 2020. Un nuevo capítulo en la reconstrucción de la historia del Bronx empieza a escribirse. Con el propósito de narrar la evolución y transformación de la ciudad y, en particular, del sector del Voto Nacional y del centro de Bogotá, cuatro entidades del orden nacional y distrital dan continuidad al proyecto del Co-Laboratorio de Creación y Memoria “La Esquina Redonda”.
El proyecto que se hará realidad en el único edificio que queda en pie en lo que se denominó “La L” o antigua calle del Bronx, ubicada en el barrio Voto Nacional de la localidad de los Mártires, será un espacio de creación de oportunidades y de desarrollo local que buscará acercar a actores sociales históricamente excluidos de proyectos creativos, a un trabajo colectivo que permitirá recuperar la memoria cultural, social y urbana de uno de los sectores más estratégicos de la capital.
El Co-Laboratorio hará parte del proyecto Bronx Distrito Creativo, una apuesta de ciudad, desarrollado desde la Alcaldía Mayor de Bogotá y la FUGA, y se convertirá en un gran polo de desarrollo económico, social y cultural, epicentro del diálogo de saberes puesto al servicio de la convivencia, la innovación, el emprendimiento, la cultura ciudadana y el desarrollo sostenible, escenario del contrato social y ambiental que establece Bogotá para los próximos cuatro años.
Así empieza esta historia…
A mediados del 2019, en la primera fase del Co-Laboratorio de Creación y Memoria, la FUGA y el Museo Nacional de Colombia iniciaron la construcción del guion curatorial y la propuesta de espacios para “La Esquina Redonda”. En la construcción de esta iniciativa participaron activamente exhabitantes de “La L”, quienes, en el 2017, junto con jóvenes del IDIPRON, realizaron una maqueta del Bronx expuesta hoy en la sala Hacer Sociedad del Museo Nacional. A este grupo se sumó el colectivo de hiphop Free Soul, realizando las acciones de animación comunitaria e investigación en la acción.
Con la firma del convenio interinstitucional, el pasado 30 de abril de 2020 inició la segunda etapa del proyecto, con la participación de nuevas entidades del orden distrital como el IDPC-Museo de Bogotá y el IDIPRON. En esta nueva fase, se complementará el guion museográfico con la participación ciudadana, al tiempo que se continuará con la reconstrucción de memorias colectivas y locales.
En esta articulación institucional, cada entidad tiene un papel definido. La FUGA, como líder del proyecto Bronx Distrito Creativo, articula el espacio de memoria con los temas de innovación, sostenibilidad, creatividad y uso creativo de la tecnología que promoverá todo el complejo. El Museo Nacional de Colombia estará al frente de la reconstrucción de las vivencias, de la labor creativa y de memorias, del trabajo con exhabitantes de calle y del Centro de Escucha que funcionará en el lugar. IDIPRON, por su parte, apoyará las sesiones de construcción participativa con jóvenes exhabitantes de la zona y las localidades de su entorno. Además, apoyará la construcción de acciones de promoción de cultura ciudadana.
Finalmente, el IDPC, a través del Museo de Bogotá, promoverá la circulación de memorias en las diferentes localidades de Bogotá, de las experiencias y contenidos surgidos del acercamiento y trabajo colectivo de todos los actores involucrados. Adicionalmente, el Museo de Bogotá liderará laboratorios creativos con habitantes y exhabitantes del Bronx, cuyos resultados circularán en exposiciones temporales. Lo que buscan el IDPC y el Museo de Bogotá es reconocer, integrar y dignificar a los habitantes de calle, lo cual implica el desarrollo de procesos a corto, mediano y largo plazo para vivir sin prejuicios y sin miedo en la ciudad.
El Co-Laboratorio de Creación y Memoria “La Esquina Redonda”, tendrá una sede permanente a partir del 2023 en el espacio del Distrito Creativo. Será un espacio de ideas, creatividad, resiliencia y memorias vivas, construido con el aporte de todos los que, de manera directa e indirecta, han estado relacionados con la historia de un sector que por décadas fue estigmatizado y que hoy resurge como símbolo de la resignificación y revitalización del centro de Bogotá.